Cuando un hombre amistoso le alquiló un chaleco salvavidas para que pudiera intentar flotar en una tabla de surf por primera vez Kennedy le dio las gracias con un abrazo amistoso haciéndose los dos grandes amigos.
El otro hombre se vio obligado a pedirle una foto y le dijo a su familia que el alquiler del chaleco salvavidas corría por cuenta de la casa. No sabía que la adolescente sonriente con largos y profundos rizos marrones estaba luchando contra una enfermedad debilitante y dolorosa, que sus ojos ciegos alguna vez habían sido brillantes y activos, o que este viaje para visitar a sus parientes era una de sus peticiones para el último año de su vida. Pero él podía sentir el espíritu de Kennedy,
El servicio funerario se llevó a cabo un año después de que Kennedy fuera diagnosticado por los mejores médicos del momento que padecía una enfermedad juvenil llamada Batten, una rara y misteriosa condición neurológica que afecta a multitud de niños.
Hansen fue el último niño sobreviviente con la enfermedad de Batten. Durante más de cinco años antes del diagnóstico, la enfermedad sin nombre se había apoderado lentamente de las capacidades cognitivas, las habilidades motoras y la visión de Kennedy. Su mente se convirtió de nuevo en la de una niña, y sus padres comenzaron a darse cuenta de que lo que sea que estuviera cambiando a su hija, eventualmente le quitaría la vida.
Pero los cambios aterradores en su cuerpo y mente no le quitaron el deseo de ser amiga de todos los que la rodeaban, y cuando las palabras le fallaron, se comunicó a través de poderosos abrazos.
Fue creada el año pasado una página que se hizo muy famosa en facebook para compartir la historia de su hija porque quería que la gente supiera cómo era la enfermedad en el día a día, y quería mostrar que a pesar del dolor, seguía amando la vida y confiando en dios.
La página de Facebook creció hasta que a más de ocho mil personas les gustó y comenzaron a compartir sus buenos deseos para Kennedy en las publicaciones frecuentes de su familia.
A medida que se corrió la voz de la muerte de Kennedy la semana pasada, también lo hizo su historia. En el momento de su funeral, la página se acercaba a los 60.000 gustos, dijo su tío a la multitud.
A través de esa página, las condolencias a la familia han llegado de todo el mundo.
El fin de semana recibió un mensaje diciendo que esa historia había sido compartida durante un servicio religioso en Malasia.
Los mensajes diarios de Jason Hansen en la página de Facebook se convirtieron en pequeños ensayos, compartiendo recuerdos de la infancia de Kennedy o relatos difíciles de cómo es para un padre cuidar de un niño con una enfermedad terminal.
Kennedy rara vez abre los ojos a menos que esté mirando hacia el cielo. En las últimas semanas, ha habido varias noches en las que está viendo más allá de esta vida,
El otro hombre se vio obligado a pedirle una foto y le dijo a su familia que el alquiler del chaleco salvavidas corría por cuenta de la casa. No sabía que la adolescente sonriente con largos y profundos rizos marrones estaba luchando contra una enfermedad debilitante y dolorosa, que sus ojos ciegos alguna vez habían sido brillantes y activos, o que este viaje para visitar a sus parientes era una de sus peticiones para el último año de su vida. Pero él podía sentir el espíritu de Kennedy,
La gran historia de Kennedy Hansen que nos dejó perplejos
El servicio funerario se llevó a cabo un año después de que Kennedy fuera diagnosticado por los mejores médicos del momento que padecía una enfermedad juvenil llamada Batten, una rara y misteriosa condición neurológica que afecta a multitud de niños.
Hansen fue el último niño sobreviviente con la enfermedad de Batten. Durante más de cinco años antes del diagnóstico, la enfermedad sin nombre se había apoderado lentamente de las capacidades cognitivas, las habilidades motoras y la visión de Kennedy. Su mente se convirtió de nuevo en la de una niña, y sus padres comenzaron a darse cuenta de que lo que sea que estuviera cambiando a su hija, eventualmente le quitaría la vida.
Pero los cambios aterradores en su cuerpo y mente no le quitaron el deseo de ser amiga de todos los que la rodeaban, y cuando las palabras le fallaron, se comunicó a través de poderosos abrazos.
Fue creada el año pasado una página que se hizo muy famosa en facebook para compartir la historia de su hija porque quería que la gente supiera cómo era la enfermedad en el día a día, y quería mostrar que a pesar del dolor, seguía amando la vida y confiando en dios.
La página de Facebook creció hasta que a más de ocho mil personas les gustó y comenzaron a compartir sus buenos deseos para Kennedy en las publicaciones frecuentes de su familia.
A medida que se corrió la voz de la muerte de Kennedy la semana pasada, también lo hizo su historia. En el momento de su funeral, la página se acercaba a los 60.000 gustos, dijo su tío a la multitud.
A través de esa página, las condolencias a la familia han llegado de todo el mundo.
El fin de semana recibió un mensaje diciendo que esa historia había sido compartida durante un servicio religioso en Malasia.
Los mensajes diarios de Jason Hansen en la página de Facebook se convirtieron en pequeños ensayos, compartiendo recuerdos de la infancia de Kennedy o relatos difíciles de cómo es para un padre cuidar de un niño con una enfermedad terminal.
Kennedy rara vez abre los ojos a menos que esté mirando hacia el cielo. En las últimas semanas, ha habido varias noches en las que está viendo más allá de esta vida,
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